Varias veces nos hemos o nos han preguntado sobre el manejo de nuestro dinero y aunque parezca una pregunta obvia con respuesta igual, la verdad es que cuando la vamos a responder nos damos cuenta de que no somos tan juiciosos para llevar control sobre lo que entra a nuestro bolsillo y lo que sale de él. Las causas son muchas y van desde “yo simplemente gasto lo que gano” hasta “cuando necesite conocer mis finanzas, buscaré a un contador”.
Quizás lo más importante no es conocer las causas de no llevar un disciplinado manejo de nuestro presupuesto sino por qué hay que hacerlo. Los expertos en finanzas personales coinciden en señalar que hacer un presupuesto es esencial porque un simple cotejo entre ingresos y egresos permite conocer cuánto y en qué estamos gastando. Y lo mejor: evita gastar más de lo que nos ingresa e ir, desde luego, fortificando económicamente nuestro futuro inmediato y el correspondiente a los llamados “años dorados”.
Pero la realidad nos muestra que tener como hábito o costumbre este control no es una cosa fácil de hacer. Cuando se entra al mundo laboral, no se tienen conocimientos sobre manejo de nuestro dinero. Se aprende (si es que se quiere aprender) cometiendo errores y corrigiéndolos. De todas maneras, sin importar el monto del salario, lo vital es que se tenga claridad sobre cuáles son los gastos y priorizarlos. Así, se podrá tener un control sobre el dinero.
Hoy en día existen programas informáticos que ayudan a este ejercicio. Incluso la banca online facilita este servicio. Pero todavía, y con bastante diligencia, se puede hacer con lápiz y papel. Hay que tener en cuenta que a todas esas posibilidades se les deben aplicar obligadamente unas reglas para que sus resultados tengan un mínimo de error. Por ejemplo, la información que se maneje debe ser lo más veraz posible (recibos de compras, extractos bancarios y de tarjetas de crédito, etcétera). Y si no es posible acumular esta información, se puede hacer un estimativo, con el compromiso de ajustarlo más tarde a la realidad, cuando se tengan los datos exactos.
Hay que tener en cuenta que en algunos meses los egresos son mayores. En enero con los gastos en educación, diciembre con los correspondientes a las festividades navideñas. La solución es hacer un promedio sobre un periodo de seis o doce meses.
Para finalizar esta especie de introducción a lo que son ingresos y egresos, presentamos este test para acercarnos un poco a la respuesta de la pregunta ¿qué tan disciplinado eres con el manejo de tu presupuesto? Responde sí o no:
Puntaje
Cuenta tus respuestas afirmativas (los sí):
De 13 a 11 respuestas afirmativas: eres disciplinado en el manejo de ingresos y egresos pero no te confíes, mantén la disciplina y ten presente que siempre puedes mejorar el manejo de tu presupuesto.
De 10 a 7 respuestas afirmativas: lo intentas pero aún no lo logras, es momento de disciplinarte en el manejo de tus ingresos y egresos; hazlo a conciencia si no quieres sufrir quebrantos económicos.
6 o menos respuestas afirmativas: vas directo al infierno de la ruina; cambia antes de que toques fondo. Vuelve a leer este artículo, toma nota y pon manos a la obra, ¡ya mismo!